miércoles, octubre 12, 2005
No estaba segura de querer hacer esto. Pero en eso me di duro contra un poste y pensé... O mejor dicho, no, no pensé lo que hacía (como normalmente ocurre cuando se me pasa la 'genial' idea de abrir un blog... y no quedarme en las palabras). Otro año... Otro blog. Estos condenados blogsitos son como una condenada droga, como el cigarro... O como un mal novio. Si los dejas, definitivamente al tiempo sientes ganas de volver a reincidir. O en su defecto, sencillamente no tienes corazón para abandonarlo allí al pobrecito, tan solito y desactualizado... Me pregunto qué será esa imperiosa necesidad del ser humano de hacer públicas sus cuitas, que al fin y al cabo son suyas y por lo tanto, no deberían interesarle a nadie más (Debería!).

A pesar de lo dicho, he de confesar que hacía tiempo quería hacer esto, aunque no estaba segura de querer lidiar nuevamente con la responsabilidad que conlleva mantener un blog (porque con el tiempo sientes que lo es, vamos!). El último no duró mucho qué digamos, y ya así como que al final, en vez de ser mi saquito de desahogos, sentí como más bien me estaba haciendo mal... Talvez porque entonces estaba pasando por un momento de debilidad (pero cómo nena?!, si ya tu vida entera es una pura debilidad perpetuada! XD!); un momento de esos, en los que te sientes tan impotente que solo puedes chapotear en tu propia porkería porque no puedes hacer nada bien y nada te sale, y por consiguiente, puede hacerte más daño que bien. Pero bueno, supongo que esa etapa de mi vida ha sido superada (ohhh sí...), pese a que actualmente esté experimentando inquietudes nostálgicas... Y hago la aclaración para evitar interpretaciones erradas: Por viejas amistades, eso sí, por cosas que antes tenía y que ahora no. Parece ser que aún me aferro a toda una suerte de recuerdos que se me hacen bonitos, pero que por lo demás, tendría que haber dejado atrás desde hace mucho tiempo. Sigo siendo como la buena masoquista que se niega a soltar a un excelente amante sometedor. Y por Diox, juro que esto no puede ser saludable. Pero, ¿desde cuándo lo he sido? Para empezar, nunca. Afortunadamente, la vida ha cambiado bastante desde mi viejo blog... Y aunque el cambio ha sido bastante positivo, es increíble lo enconozo que resulta ser realmente el pasado, pues sigue insistiendo en ser parte de mi vida y si yo intento enterralo, siempre se las arregla para emerger a la superficie.

Así que voy a hacer esto sin mucha explicación ni comparsa, aunque mis dudas al respecto no sean pocas. Rigen las mismas reglas del blog anterior, que ahora me da flojera volver a teclearlas... Otro día será.

En resumen; heme aquí, vivita y coleando. Y una vez más, reincidiendo.
Escupido por Dryadeh a las 4:03 a.m. | 1 comments