Mirar todos esos reportajes sobre "los destinos turísticos en boga" en Revistas gringas y europeas de renombre, porque hasta eso, ya no hayan qué cosa estrafalaria o moda estúpida inventar para exprimirle la plata a toda esa manga de incautos que corrieron con la desgracia de conformar el "público meta" y ser el blanco de los estrategas de mercadotecnia de dichas empresas, me da risa y francamente a veces hasta logra sinceramente conmoverme. Según la influencia de la publicidad, ahora resulta que si sos gringo o europeo y te consideras "aventurero" o simplemente te interesa estar al último grito de lo chic o "in", fijo tenés que haber surfeado en las playas de Costa Rica en cualquier época del año o, por lo menos, haber hecho un tour al rain forest. Y es que da risa ver cómo la gente aprovechada se las ingenia para hacerles creer a estos incautos que verdaderamente vale la pena pagar cualquier suma cuantificable en dólares hasta por sacarle una foto a una piñuela salvaje que crece sobre un montículo de basura en una esquina del sendero del supuesto rain forest, que tiene mucho de "rain" aunque ya casi nada de "forest", debido a la inconciencia ecológica y el abuso indiscriminado de los recursos naturales típica del tico.
Empezando por ahí. Si alguno de estos incautos turistas supiera remotamente cómo es realmente el tico (dícese del originario de Costa Rica, Centroamérica), seguro que ninguno hallaría tan 'exótica' la plantica que crece sobre el cúmulo de "abono orgánico", o más bien de basura acumulada que ha tirado más de un maleducado autóctono.
Por eso, que no digan que no se los advertí. Si alguna vez han pensado en venir de perdis a tiquicia, piénselo dos veces, o al menos prepárense para la embollada de su vida. Por ejemplo, muchos turistas se quejan de que aquí pese al gran potencial que hay en bellezas naturales, las calles de acceso a los centros turísticos (así como las del puto país entero, ¿es que no se han dado cuenta?) están en la pura ruina. No existe calle que no tenga un cráter (con sus hijitos, padres, abuelos y demás familiares, ascendientes, descendientes, etc etc) y así y todo, los ingenuos turistas insisten en que los lleven a conocer los volcanes y pagar por ello los $500 dólares que se dejan cobrar por el tour de 4 horas al Volcán Arenal!!!, pudiendo caminar solo unos pasos fuera del hotel que les toque hacia la calle y voilá!! ¡Ahí tienen su cratercito del tamaño de un pozo para ellos solitos! De hecho, alcanza como para que cada turista tenga el suyo propio, para que le tome video con toda la comodidad y privacidad del caso (aunque esto último viene siendo difícil estando en plena vía pública).
Los turistas no dejan de quejarse, los inversionistas extrangeros se han cansado de pegar el grito al cielo por los abusos fiscales y los malos servicios, pero el pueblo tico, como buenos pendejitos que somos todos, siempre demasiado tolerantes y pacíficos para decidirnos a armar un desmadre contra el gobierno y la 'inche burocracia que hace que todo camine al son de la carrera típica 'costarriqueña' (como dirían quienes en un derroche brutal de ignorancia en geografía, creen que estoy hablando de Puerto Rico), seguimos votanto en las urnas por los mismos de siempre, teniendo perfectamente la opción del cambio al alcance de la mano. Lo cual, aunque no debería importarme un carajo ya que siempre voto a conciencia, siempre están todos estos abuelitos pendejos cabeza dura que insisten en votar por "su partido", aunque en representación del susodicho se haya lanzado un perro, un marrano o una grulla de esas que tanto abundan por aquí. Vivo ejemplo de que, para desgracia de los despiertos, los brutos son mayoría.
He llegado a la conclusión de que lo que necesita este país es un Fujimori, un Saddam Husein, o cualquier viejo chiflado sadomasoquista que necesite tener al pueblo en un puño para poder lograr un orgasmo, qué sé yo. A ver si acaso la memoria de este pueblo olvidadizo se perpetua unos años más, o por lo menos hasta las próximas elecciones. Eso es lo que necesita la gente estúpida para despertar de su largo letargo y se decide de una vez por todas a armar una revolución contra los mismos de siempre que están felizmente mamando de la misma teta en la curul desde hace más de dos periodos, y a ver si de una vez por todas se enteran de que la gente está realmente molesta y ya no está dispuesta a tolerar que le den atolillo con el dedo...
Pero en cambio qué hace el tico al respecto? Nada!
Y eso no es todo. Como si fuera poco tenemos el ego del tico varón, que al igual que el precio de la gasolina, siempre está poquito más arriba que el valle del 'alegre gigante verde', o sea, fuera de órbita. Lo cual viene siendo más o menos una fregada para las ticas, que han corrido con la mala suerte de no contar con especímenes masculinos a su altura. Y no lo digo yo, eh, que lo dice todo aquel que viene a este país y se escandaliza ante la evidente superioridad de la mercancía femenina que producimos, en alarmante contraste con las chancletas revejidas que tenemos a disposición por hombres, que ni siquiera le hacen justicia a la tica autóctona, considerando que de cada 100 tipos habrá uno que físicamente valga la pena y de cada 1000 habrá otro que no piense como un cretino machista chauvinista... Una calamidad. Por supuesto, la escasés de especímenes que valgan la pena ha provocado que todas las mujeres, embrutecidas por generaciones y generaciones de tradición machista y represión, tengamos que soportar porque sí los comentarios grotescos, gestos y aleteos de mal gusto de los que hacen alarde los ticos cuando ven pasar a alguna congénere por la vía pública -tranquila y sin hacer daño a nadie-, como si nunca en su vida hubiesen visto una pinche vieja!, o, en el mejor de los casos, como si todas fuesemos unas putas avasalladas que nos tenemos que aguantar a guevo que nos falten el respeto porque tuvimos la desgracia de nacer mujeres en este puto país y punto!
