martes, septiembre 26, 2006
Nuevas noticias a quien le interese...

El “amigo pelotudo” (quien se ha ganado a pulso el apodito), se ha aparecido con una nueva movida en la jugada: Hoy en la mañana le ha enviado un SMS a mi marido que dice textualmente: “Apartar el 21 de octubre en sus agendas, no quiero que mi hijo nazca sin arreglar la vara”. No había mencionado que su esposa está embarazada, y al parecer esta es la vencida. Ya van cuatro intentos que hacen de tener un hijo.
No he querido darle mucha vuelta a esto, no obstante, no puedo evitar encontrarlo todo bastante raro... Y sospechoso. Así que, dadas las presentes circunstancias, me he formulado dos que tres hipótesis:

**Primera hipótesis:**

El tipo simplemente “quiere arreglar la vara”, o sea, quiere volver a dirigirme la palabra... ¿Porqué? Precisamente. Probablemente porque sabiendo que soy la única en mi casa que se acuerda del cumpleaños de todo el mundo, y que todas las atenciones que han recibido de parte de nuestra pequeña asociación (sea, mi marido y yo) a la fecha han sido por mi iniciativa, no desea bajo ninguna circunstancia echar por un tubo la amistad del todo. Créanme, si el departamento de relaciones públicas dependiera exclusivamente de mi esposito, amigos y familiares se sentarían a esperar que el muy longis llegara con un presente decente a sus eventos. Siendo muy optimistas, se presentaría con una bolsa de morenitos a un coktail de compromiso formal. Así que, el amigo pelotudo, en un despliegue de astucia de su parte (debo reconocer), no quiere perder el regalo que le daríamos al nacer su bebé, y, además sería una lástima perder también el del té de canastilla...

¡Vamos! ¡No me pelen esos ojos!

Se conoce de antemano que el tipito ha desarrollado un gusto enfermizo por sentarse a que otros le hagan más cómoda la vida. ¿Qué otra cosa quieren que piense?.

**Segunda hipótesis:**

El esquenún desea atontarme con agasajos y así no tener que prescindir del suministro de regalos, atenciones e invitaciones a la playa que le hemos hecho hasta ahora... Ok, esta hipótesis no parece tan distinta a la primera excepto en... ¡Ah! ¡Pequeño detalle! La fecha en que planea hacer la reunión en su casa es casualmente el día de mi cumpleaños. ¡Pero claro, con razón justo la semana pasada su esposa me mandó uno de esos correos de servicios por i-net con un recordatorio de cumpleaños! Y yo... ¡caí como una mosca!

Nota mental: para la próxima anotar la fecha de los santos inocentes, o poner 28 de febrero en un año bisiesto.

Lo que él no sabe es que ESE sería el peor error que pueda cometer... ODIO que me hagan fiestas y cualquier otra cosa que implique a un grupo de pendejos adultos aplaudiendo y/o cantando alrededor de un queque (eso es para chikitos, háganme el favor -_-')

**Tercera hipótesis:**

El tipo quiere lucirse... juajuajuajua... con una invitación sin ninguna segunda intención de por medio... juajuajuajua... más que el de... juajuajuajua... reconciliarse de forma desinteresada y sin desear nada a cambio. JUAJUAJUA!!

Pensar mal y ser incrédula es parte de mi trabajo. ¿Qué puedo decir? Ser maquiavélica y, a veces, una perra malparida también lo es, aunque todo es manejable según las circunstancias y el estado de ánimo. Pero eso sí, con la hipocresía nunca he podido lidiar... La actuación se me dan bastante mal. En esos menesteres de fingir que todo está muy bien cuando no lo está soy completamente incompetente. Y la verdad, no estoy tan segura de querer reanudar la amistad en donde la dejamos.

Pero... (y en toda cuestión siempre hay un "pero"), por otro lado, no quisiera hacerle el feo a la chica, a la esposa del sujeto este, ya que después de todo yo no tengo ningún problema con ella. Todo lo contrario. De hecho, es la única razón que me contiene de propinarle al "amigo" este una ceremoniosa patada en el trasero.
Escupido por Dryadeh a las 2:58 p.m. | 8 comments